Actividad casi normal en el centro comercial de Mataderos

A horas del anuncio de una nueva extensión de la cuarentena en el marco de las medidas de prevención y combate contra el COVID-19, las calles del centro de Mataderos se notan con un caudal importante de autos y colectivos, mientras que por sus veredas transitan muchas personas, en lo que no parece ser un esquema de restricción de la circulación, durante los días de la semana se suelen ver numerosos niños acompañados por sus padres y grupitos de personas charlando en la vía pública. Solo los restaurantes y bares más algunos otros escasos comercios que permanecen cerrados y que algunos de ellos probablemente no vuelvan a abrir acatan la restricción y la vigencia del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), en cuento al resto parece la vida normal, solo falta la actividad escolar tan característica de la zona. Los colectivos que transitan la avenida Alberdi en horario pico van con pasajeros parados lo que demuestra que no se respeta el distanciamiento social. La falsa dicotomía entre priorizar la salud de la población o la actividad económica, más la influencia de los medios masivos de comunicación y el lógico desgaste por el confinamiento ha llevado a esta situación en la que está vigente una norma que ya casi no se cumple y las aplicaciones de control no son reales, además los controles callejeros han desaparecido y la gente prácticamente se ha apoderado de las calles para recupera en gran parte su actividad normal. Cuando en las próximas horas el Presidente de la Nación anuncie nuevamente medidas de continuidad de la cuarentena, veremos si se refuerzan las medidas de control de las misma o se cumple lo que muchos vaticinan, que el final de la cuarentena se produjera de hecho y sin mediar autorización alguna. Mientras tanto los gobiernos apelan a la responsabilidad social como solución al problema del contacto y el aumento de los casos de Coronavirus, acción que hoy constituye una entelequia.