Pescado contaminado en el Barrio Chino la pista que surgió en Mataderos

Fue noticia en las últimas horas la clausura y el decomiso de mercadería de una comida casa de venta de pesado y productos derivados, ubicada en el tradicional barrio chino de Belgrano, pero el origen de la investigación tuvo lugar en el barrio porteño de Mataderos.

La Unidad Fiscal especializada en materia ambiental (Ufema) informó que tras la clausura de un local en el barrio de Mataderos  en forma conjunta con la Oficina de Coordinación Operativa del (CIJ) a un local que funcionaba como depósito y comercio clandestino de sustancias alimenticias no aptas para el consumo humano y que vertía fluidos contaminantes al exterior, en el barrio de Mataderos, derivo en una investigación que terminó con esta segunda clausura.

Los investigadores del caso informaron que en agosto pasado con el allanamiento de un local gastronómico ubicado en Lisandro de la Torre al 1000, en el barrio de Mataderos, donde los vecinos denunciaron olores nauseabundos y vertidos tóxicos a la vía pública.

En las últimas horas allanaron locales en el Barrio Chino por comercializar comida en mal estado donde vendían tiburones y moluscos, en el conocido comercio del barrio de Belgrano de hallaron peces como tiburones (protegido por disposiciones nacionales), meros, saracas, lenguados entre otras y moluscos como almejas, caracoles, sepias no contempladas en el código alimentario argentino, todos en mal estado de conservación.

Carlos Rolero Santurian, fiscal a cargo del operativo informó a los medios presentes en el lugar que “más allá de la calidad del producto, que pueda estar en condiciones bromatológicas o no para su venta, que en este caso se comprobó que algunos alimentos no estaban en esas condiciones, los productos deben tener un origen determinado, un origen legal y ese origen tiene que ser constatable”.

Además el fiscal imputó a los responsables de los establecimientos por ejercicio ilegal de la actividad, y contaminación por vertido de derivados de su actividad y desechos directos a la red pluvial, y por los olores generados.