La caida del puntero boxeador
Lo que comenzó como la historia de un popular boxeador preocupado por su vecinos pobres, terminó en la abrupta caída de un puntero acusado de una innumerable cantidad de ilícitos que van desde la más reciente, incentivación a las usurpación de terrenos fiscales y venta de terrenos pasando, pasando por un largo pasado relacionado con los gobernantes porteños de turno en los que se lo acusa por haber sido parte de la fundación “sueños compartidos” y obtener beneficios personales, trabajar políticamente para el PRO, pasando junto a su familia a ser parte de la planta permanente del Gobierno de la Ciudad, a quien ahora abandono.
Marcelo Chancalay fue durante casi 20 años el amo y señor de la villa 20, ahora la jueza Gabriela López Iñíguez libró una orden de detención y captura en su contra, haciendo lugar al pedido del fiscal Carlos Rolero ante las contundentes pruebas presentadas en la causa, incluidas escuchas telefónicas.
El ex púgil condujo la villa hasta que sus idas y vueltas en la política llevaron a que los sectores opositores se unieran y lo desplazaran se su lugar. Durante años fue cambiando de referente político, estuvo con Anibal Ibarra, se corrió hacia la Izquierda siendo parte de sueños compartido, durante la gestión Telerman, tuvo su llegada al PRO a través de una fundación y se vinculo a Gabriela Michetti y Cristian Ritondo, en los últimos tiempo se desvinculó del oficialismo porteño acercándose a referentes del UNEN acompañandolos en las últimas elecciones.
“Chancalay revista como antiguo empleado del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dentro de la estratégica Subsecretaría de Fortalecimiento Familiar y Comunitario, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social”. A la jueza le llamó la atención su participación en la constructora Mach SRL y en tres cooperativas desde las cuales se habrían registrado “operaciones sospechosas que involucran elevados montos de dinero”. La Fiscalía General, conducida por Martín Ocampo, aportó pruebas de que Mach SRL habría realizado contrataciones con el Estado -en ocasiones, a través de la Fundación Sueños Compartidos- por valores por encima de los 500.000 pesos. Además, el hijo de Chancalay, Marcelo Alejandro, ingresó el 1° de marzo de 2008 como empleado en la Asociación Madres de Plaza de Mayo, según informes judiciales.
El referente barrial Diosnel Perez expresó al ser consultado por el caído ex boxeador “Chancalay no tiene ideología, sólo le importa el poder y el dinero, por eso no dudaba en amenazar de muerte a los vecinos que reclaman educación, vivienda, salud y trabajo”.
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