La comuna 9 invadida por las ratas

Se trata de un informe del periódico Cosas de Barrio que afirma que en los barrios de Liniers y Mataderos cada día se ven mas ratas.

En los últimos años, la Ciudad de Buenos Aires ha visto un notorio aumento en la población de ratas, fenómeno que alarma a vecinos y que especialistas atribuyen principalmente a la falta de limpieza y al manejo deficiente de los residuos urbanos.

Un caso emblemático es el que se vivió en Ramón Falcón y Montiel, en Liniers, donde una nena se sorprendió al avistar un roedor a plena luz del día, reflejando una situación cada vez más común en muchos barrios porteños, hecho que fue reflejado por a excelente pluma de Ricardo Nicolini, director del histórico medio de comunicación.

El cierre definitivo del mercado de hacienda es considerado por vecinos de Mataderos como una posible causa de la proliferación de los roedores por las calles del barrio de la comuna 9, al dejar de funcionar el establecimiento ganadero las ratas salen a buscar su alimento afuera del enorme predio.

Aunque no existe una estadística oficial reciente, empresas fumigadoras reportan un crecimiento sostenido de consultas por servicios de desratización, especialmente en zonas como Once, Retiro, Puerto Madero, La Boca, Constitución, Palermo, Mataderos y áreas aledañas a vías de ferrocarril, como Liniers. El aumento de basura en la vía pública es señalado por estas empresas como la principal causa que impulsa la proliferación de roedores, ya que los residuos descompuestos y mal gestionados atraen a estos animales.

El biólogo Héctor Coto, especialista en control de plagas, destaca que Buenos Aires carece de programas coordinados desde la epidemia de peste bubónica en 1914, y que la desigual distribución del presupuesto para limpieza contribuye a que barrios con menos recursos sufran más la incidencia de ratas. Por ejemplo, el 70% del presupuesto en higiene se destina a zonas gastronómicas de alto perfil, como Palermo Hollywood y Puerto Madero, mientras que otras zonas quedan en manos de los propios vecinos.

Las ratas suelen anidar en copas de árboles, alcantarillas, terrenos baldíos y cerca de los contenedores de basura, que constituyen su fuente principal de alimento. La directora del laboratorio de Ecología de Roedores Urbanos de la Universidad de Buenos Aires, Olga Suárez, señala que las tres especies más frecuentes en la ciudad son la rata de tejado, la rata noruega y el ratón casero. Según especialistas, la presencia de estos animales durante el día indica una sobrepoblación preocupante, ya que son fotosensibles y normalmente se ocultan cuando hay actividad humana.

Para combatir el problema, se requiere tanto una mejora en la gestión de residuos y limpieza urbana como campañas de concientización para que los vecinos respeten horarios y métodos de disposición de basura. La colaboración entre el Estado, empresas especializadas y la comunidad es fundamental para reducir la oferta de alimento y hábitats que favorecen la multiplicación de estos roedores, cuya proliferación representa un riesgo sanitario y un desafío constante para la Ciudad de Buenos Aires.

El incremento de las ratas en Buenos Aires no solo es un desafío de salud pública, sino también un llamado a fortalecer políticas y recursos para el control de plagas, con equidad territorial y un enfoque preventivo que proteja a todos los habitantes por igual.