Roy Cortina: “Adicciones” una falsa prioridad del Gobierno porteño

“Adicciones” una falsa prioridad del Gobierno porteño. Roy Cortina Diputado de la Ciudad –Partido Socialista. En la Legislatura Porteña presenté los resultados de una investigación que llevamos a cabo con mi equipo sobre las políticas de prevención y atención de adicciones en la Ciudad de Buenos Aires.

 

El disparador fueron los sucesos de Time Warp y la instalación de este tema por parte del Jefe de Gobierno que, como respuesta a lo ocurrido, convocó a una mesa redonda con personalidades destacadas de diferentes ámbitos de la cultura, el periodismo, la política y la ciencia, a quienes hay que agradecerles por sumarse a dialogar sobre esta problemática.

Es una iniciativa que sin dudas ayuda a la visibilización social pero que, sin embargo, está lejos de ser innovadora y se vuelve claramente insuficiente para resolverla si en la práctica no se afectan recursos públicos a ese objetivo.

En ese sentido, el relevamiento que realizamos evidenció que el Gobierno de la Ciudad no le ha dado prioridad, aunque parezca sinceramente preocupado. Si no, no se explica que la Ley 2.318 que contemplaba un plan integral en esta materia y fue sancionada meses antes de que Macri asumiera en la Ciudad en 2007, nunca fuera reglamentada ni aplicada.

Es tristemente coherente con que se destine específicamente a adicciones nada más que el 0,06% del presupuesto total de la Ciudad, que esas partidas dependan del Ministerio de Hábitat y Desarrollo Humano y que en su gran mayoría se usen para pagarle a controvertidas comunidades terapéuticas privadas ubicadas fuera del territorio porteño, mientras el Ministerio de Salud de la Ciudad no cuenta con una Secretaría o Dirección encargada de abordar este tema.

Ninguno de los trece hospitales generales tiene un servicio de atención de adicciones. Sólo en el Álvarez funciona un hospital de día organizado como grupo de trabajo (al que no se le reconoce la jerarquía de servicio) sostenido por siete profesionales de planta que trabajan a todo pulmón y atienden en no más de 30 metros cuadrados.

En la órbita de salud hay otros tres centros especializados, cuya recorrida es realmente angustiante. Todos presentan escasez de personal, falta de espacio físico, gran deterioro edilicio y carencia de medicamentos e insumos. Sobreviven gracias a los heroicos y abnegados profesionales de la salud que trabajan allí cada día.

¿Se puede considerar una cuestión relevante si de 13.900 personas que trabajan en la carrera profesional hospitalaria, están especialmente asignados a tratar adicciones sólo 44 profesionales? ¿Es importante para el Gobierno si mientras se gastaron $ 1.500 millones en publicidad oficial entre 2013 y 2015, se usaron cero pesos para financiar campañas permanentes de información y prevención en adicciones? ¿Se le da jerarquía si la realización de prevención en las escuelas depende casi exclusivamente de la buena voluntad de los centros de día?

Frente a este escenario y con la voluntad de realizar un aporte concreto a la construcción de soluciones frente a este tema tan complejo, hoy presenté tres proyectos de ley junto a los diputados Hernán Rossi, Maximiliano Ferraro, Marcelo Guouman, María Patricia Vischi, Adrián Camps y Hernán Arce.

Estas propuestas tienen como finalidad garantizar una fuerte presencia del Estado a partir de: 1) el destino del 10% del presupuesto de publicidad oficial a una campaña permanente de prevención de las adicciones, 2) la sistematización del funcionamiento de talleres dirigidos al conjunto de la comunidad educativa y 3) la organización, fortalecimiento y expansión de una red de atención de adicciones en el ámbito del sistema sanitario de la Ciudad de Buenos Aires.{jcomments on}