Vecinos de Naón luchan para proteger la identidad del barrio frente a construcciones ilegales
En el barrio porteño de Naón, vecinos expresan su rechazo ante la construcción de un edificio que rompe con la identidad histórica y arquitectónica del lugar, ubicado en una de sus calles más emblemáticas. Esta obra, que incluso generó daños directos en casas aledañas, ha despertado preocupación y movilización comunitaria para preservar el carácter residencial del barrio.
Un vecino afectado relató que el nuevo edificio, al que algunos llaman “el panteón de cuatro nichos”, ha bloqueado la entrada de luz solar en sus viviendas y causado daños físicos significativos: roturas en el techo, inundaciones, y destrucción del jardín delantero y trasero con daños a plantas, adornos y faroles. Además, denunció que la obra se realizó sin permisos adecuados, con andamios apoyados directamente sobre los techos y varios derrames de hormigón en su propiedad.
Lo que sorprende aún más a los vecinos es que esta construcción no corresponde a una gran desarrolladora inmobiliaria, sino a una vecina del mismo barrio, lo que ha generado un sentimiento de traición sobre el cuidado y respeto hacia el entorno. Un paisajista consultado definió la obra como “un desastre” y enfatizó que “esto no es arquitectura”.
Frente a este escenario, la comunidad de Naón presentó un Proyecto de Ley ante la Legislatura de la Ciudad, con el respaldo de la legisladora Claudia Neira, su equipo y los comuneros de la Comuna 9: Lorena Crespo, Juan Cacho Chaves y Alberto Espino. La iniciativa busca:
- Restablecer la altura original de casas bajas, revertiendo la autorización del Código Urbanístico para construir torres.
- Mantener el carácter residencial del barrio.
- Proteger plazas y espacios verdes.
- Crear un catálogo de patrimonio cultural y arquitectónico local.
- Garantizar la participación vecinal en cada trámite urbanístico.
- Suspender permisos de obra mientras se debate la ley.
Los vecinos de Naón llaman a la comunidad a apoyar esta medida y dialogar con los legisladores para frenar construcciones que alteren la armonía y calidad de vida del barrio. “Naón se protege con la fuerza de su gente”, concluyen, reafirmando su compromiso por conservar la identidad y tradiciones del barrio.

