El espíritu de la fogata se mantuvo en pie a pesar de la pandemia

La tradicional de fogata que se realiza todos los años en el Parque Avellaneda, este año no se pudo realizar, pero el espíritu se mantuvo vivo, la edición 2020 del tradicional evento se multiplicó por todo el barrio desde cada casa. El mismo espíritu que desde hace más de tres décadas mantienen vivo aquellos vecinos que en Lasalle y Primera Junta se juntaron en un espacio que hoy es la Plaza Latinoamérica. Desde aquel recordado hecho como expresan vecinos y actores sociales relevantes del barrio “Allí surgieron las primeras brasas para recuperar nuestro Parque Avellaneda y la identidad de todo un barrio”. La Fogata de San Pedro y San Pablo, también llamada de San Juan, es el rito antropológico de mayor vigencia de nuestros días. El hombre reunido alrededor del fuego es una ceremonia que las costumbres ciudadanas están haciendo desaparecer. Hace más de veinte años en Parque Avellaneda se realiza este rito a través del espectáculo Luz de Fuego, un encuentro lúdico compartido dónde se quema al Fantoche de las Miserias, que simboliza todo lo no deseado, y que la luz que el fuego produce nos ilumine   para seguir apostando a ser mejores personas y poder vivir en un mundo más solidario. Una vez más se quemar el gran “Fantoche de las Miserias”, sumando a todos los fantochitos que cada organización o vecino traiga. Una vez se celebró alrededor del fuego (en cada casa) la esencia de ser humano. Por un momento el silencio que nos produce el fuego nos volverá a juntar, quizás nunca más apropiada esta repetida frase de cada convocatoria, para un mensaje esperanzador en esta compleja situación que debe atravesar la humanidad