Lammens y Arroyo visitaron club de rugby de Parque Avellaneda

Se trata del Floresta Rugby Club, quien ayer recibió la visita de los ministros de Desarrollo Social Daniel Arroyo y de Turismo y Deportes Matías Lammens, en la ocasión los integrantes del Ejecutivo nacional pudieron ver el trabajo solidario del club que desde hace mucho tiempo lucha por una sede y lugar para la práctica de su deporte. En un inmueble que es la sede actual en la calle Lacarra 1257 frente al Parque Avellaneda se lleva adelante una gran tarea social, asistiendo a familias del barrio con alimentos, artículos de limpieza y ropa de abrigo. La visita de los ministros se realizó en el marco de Operativo Invierno del Gobierno Nacional. También participaron de la visita el subsecretario de Asistencia Crítica Gustavo Aguilera y los legisladores Laura Velasco, Claudio Morresi y Manuel Socías. Desde el club explicaron “Somos Floresta Rugby Club, un club formado hace once años y que competimos en la Unión de Rugby de Buenos Aires. Nuestro objetivo principal es alejar a los chicos de la calle e introducirlos en el deporte, enseñándoles valores importantes para su vida. Entrenamos en Parque Avellaneda, CABA, sin tener un predio propio, pero con jugadores, familias y amigos que nos ayudan a seguir y hacer crecer este club. Las autoridades nos requieren poder tener un predio propio para no desaparecer. Ayudanos a conseguir nuestro lugar. Tu apoyo cuenta. #UnPredioParaFloresta. En septiembre de 2005 Juan Marchetti dio el puntapié inicial para cumplir un sueño con un futuro grande: fundar un club de rugby en el barrio de Floresta, donde cualquier pibe, sin importar su clase social, pueda aprender este hermoso deporte y los valores que enseña. Marchetti, junto con algunos amigos que creían en ese sueño, empezaron a juntar chicos a puro pulmón y poniendo plata de sus bolsillos. La tarea nunca fue fácil, pero gracias al esfuerzo de ellos y todos los que desde el principio apoyaron este proyecto, lo que en un principio parecía una tarea imposible gradualmente fue dando lugar a un movimiento deportivo y social: mes tras mes se fueron sumando muchos chicos del barrio y alrededores, pibes que pensaban que el rugby sólo lo jugaban los que tienen plata y que jamás habían tocado una guinda. Sin apoyo gubernamental, sin sponsors ni recursos externos, y sólo contando con una cuota social mínima (que cubría el alquiler de la cancha) y lo que los padres y entrenadores podían aportar, más y más pibes se acercaban al Floresta Rugby porque ahí se les daba una oportunidad. La sede fue cambiando de cara con los años: al principio alquilando una cancha de un club del barrio, luego en el anexo del club All Boys, luego en la plaza Monte Castro (donde llegó a haber más de 80 pibes entrenando un martes o un jueves por la noche). Tres años después de iniciado el proyecto, los entrenamientos desembarcan en la cancha 4 del Parque Avellaneda, actual sede. Ese 2008 Floresta Rugby Club pudo inscribir en el torneo oficial de la URBA dos divisiones de las inferiores del club, lo que posibilitó al año siguiente el debut de la división superior en la cuarta división y el ingreso a la nómina de clubes invitados de la Unión. La familia del rugby y amantes de este deporte escucharon sobre este club recién formado, y en estos pocos años de historia vivimos algunos momentos destacados donde pudimos obtener un reconocimiento y apoyo en el proyecto. Por citar un ejemplo, el 10 de octubre del 2009 el San Isidro Club cedió su cancha 1 para hacer un partido a beneficio del Floresta Rugby; 51 equipos de los 80 que forman la unión de rugby de buenos aires tuvieron por lo menos un representante y alrededor de 1000 personas concurrieron a este evento. A través de los años el proyecto se sostuvo, se sostiene y seguirá siendo sostenido por la motivación pura de enseñar, de que más y más pibes aprendan lo hermoso de practicar un deporte con grandes valores morales y deportivos, donde puedan divertirse e insertarse en un grupo contenedor, donde el rugby sea el eje educativo y constructivo para su formación como individuo.