Una escuela que no tiene agua, gas, ni nombre

Educación sin agua ni gas

La escuela secundaria del Parque Avellaneda no cuenta con agua, gas y ni siquiera tiene nombre, este domingo el diario Miradas al Sur elaboró una nota sobre una problematica conocida y que no parece encontrar solución, la escuela del parque emplazada sobre el mismo edificio que hace mucho años fuera el natatorio del parque, sigue con los mismos problemas estructurales desde su inauguración.

La comunidad educativa en reiteradas ocasiones, pidio reclamo y denunció la falta de agua y gas, además por acuerdo de los integrantes se resolvió que la escuela media número 2 del distrito escolar 13 llevara el nombre de Ernesto “Che” Guevara y la comisión de cultura del Legislaura Porteña cajonea sistematicamente el proyecto, por orden de su titular la diputada del PRO Lia Rueda, según expresan los integrantes de la comunidad educativa de la escuela del parque.

A continuación reproducimios la nota completa del domingo 17 de mayo:

La escuela Ernesto Che Guevara se creó el 7 de marzo de 2007 producto de la lucha de los vecinos del Parque Avellaneda. Sin embargo, desde hace diez meses no tiene gas, reiteradamente se queda sin agua y distintos problemas edilicios hacen que su edificio histórico esté cada vez más deteriorado. Para el gobierno de la Ciudad es sólo un número, la  Escuela de Educación Media N°2 DE 13, porque sus legisladores no habilitan la discusión para legalizar el nombre que le da identidad y que fuera elegido democráticamente por la comunidad del barrio.
Los docentes de la Che Guevara están preocupados porque “consideran que el gobierno de la Ciudad representa otro modo de pensar el Estado, con un enfoque mercantilista, con medidas económicas e intenciones que vacían la escuela pública y financian las privadas”, según explica una de las profesoras del establecimiento. Una de sus colegas –que también prefiere mantener el anonimato por temor a represalias del Ministerio de Educación de la Ciudad– coincide al afirmar que “para el gobierno no existe más el contacto con la gente, con los docentes, con los padres. Con las inscripciones ‘online’ de alumnos y docentes hay problemas, muchos chicos se quedaron sin vacantes y los profes tenemos dificultades para anotarnos en el sistema”, un paso que les permite ser nombrados el año próximo. “Todo hace al vaciamiento de la escuela pública, tanto de alumnos como de docentes”, es la conclusión. 
Otro tanto sucede con los recursos y con la infraestructura del edificio. En la escuela siempre se siguió “la vía jerárquica para los reclamos, sea supervisión e infraestructura (del gobierno de la Ciudad)”, con notas que datan del 2011, ’12 y ’13, las “que no fueron contestadas o lo hicieron muy fuera de término”. Es por eso que la Che Guevara funciona en un edificio que sufrió inundaciones, filtraciones, rotura de mobiliario y falta de servicios básicos como agua y gas. Desde el Centro de Estudiantes brindan la visión de los alumnos, que coincide con la de sus docentes: “Perdimos muchos días de clase por los cortes de agua, no hay compromiso en los arreglos porque las soluciones son temporales. Con el gas es lo mismo, hace nueve meses que no tenemos gas, y da la casualidad que lo cortaron justo en plena toma”. Alumnas y alumnos tomaron el colegio el año pasado porque no obtenían respuestas a tres reclamos puntuales: reconocimiento del nombre, deterioro del edificio y pérdida de la orientación “Construcción y Mantenimiento de Espacios Verdes”. 
Las obras recién se activaron cuando los padres hicieron la denuncia ante la Defensoría del Pueblo, lo que llevó al gobierno, a través del subsecretario de Recursos de Gestión Económica Financiera, Carlos Regazzoni, a comprometerse a terminar con los arreglos antes del “30 de noviembre del 2014”. Volvieron a incumplir, las refacciones por el gas recién están en sus inicios, por lo cual los chicos seguramente pasarán otro invierno sin calefacción. “Los arreglos son muy precarios, no se busca la eficiencia sino el menor gasto posible. Está todo lleno de irregularidades, la obra de la membrana en la terraza se tuvo que hacer varias veces, malgastando los dineros públicos”, cuenta otro de los profesores. Las demoras justificadas en la licitación fueron superadas con una adjudicación directa por casi $ 800 mil pesos.
“Despersonalizando la atención, no existe más el contacto con la gente, con los docentes, con los padres. Cuando los padres que no entendían la inscon line, se las hicimos nosotros… Y en mayo vuelven a pedir el mismo listado, y no coincide la inscripción de la lista online con el actual, el de los alumnos reales de la escuela. Es la escuela la que termina emitiendo el certificado, todo cae en el personal de la escuela, antes lo hacía la gente de Junta”, observó Lili.
“Este es otro modo de pensar el Estado, con un enfoque mercantilista que vacía la escuela pública y financian la privada”, sostuvo Verónica.
Perdimos muchos días de clase por los cortes de agua, no hay compromiso en los arreglos porque las soluciones son temporales. Con el gas es lo mismo, hace nueve meses que no tenemos gas y justo en plena toma, el quinto día de toma, y pasamos mucho frío, y hasta el día de hoy no tenemos gas. Hay aulas que están separadas por una pared de durlok y se escuchan los sonidos de la clase de al lado. Faltan muchas cosas. 
“Lo que ellos quieren es que la escuela pública se desgaste, baje la calidad de la educación; intentan bajarnos a la fuerza”, remarcó Malena.
Es lamentable que leyes que teóricamente deberían mejorar la educación hagan que desaparezcan ciertas orientaciones que son de interés para los chicos, con una salida laboral. “El agro y los espacios verdes son dos enfoques diferentes”, concluyó Paula.

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