Fue detenido en Mataderos empresario condenado por vender remedios adulterados

Además, el empresario farmacéutico Ricardo Francisco Bruno fue imputado por el fallecimiento de una brasileña que llevaba más de 600 gramos de MDMA puro en el organismo: su cadáver fue arrojado a una vereda en Villa Devoto en 2017. La justicia señala a Bruno como integrante de una sociedad anónima

 dedicada al rubro, fue ordenada por el fiscal Ramiro González, bajo la firma del Juzgado Federal Nº5, junto a Dasman, hoy preso en Ezeiza, lo que eventualmente hundió al empresario, lo incrimino su teléfono incautado y periciado, en él había más de 4500 fotos, 300 textos. 1500 audios en inglés, español y holandés con contactos en Bélgica, Francia, Brasil, Surinam, Brasil y Holanda. Bruno estaba en la agenda: había conocido a Dasman luego de que el supuesto traficante le alquilara un departamento en Lomas del Mirador. La condena a perpetua al hombre de Surinam habla de dos contratos distintos por el término de dos años que datan de octubre de 2016: entre ellos figura el alquiler de un domicilio en la calle Emilio Mitre, la dirección fiscal de Bruno. Para la Justicia federal y para los investigadores de Precursores Químicos, Dasman y Bruno participaban en un esquema un tanto brutal de tráfico de drogas: ingresaban mulas al país ingestadas con MDMA, que luego se convertía en pastillas de éxtasis con un aparato de ensamblaje local, para luego enviar cocaína a Europa. La lógica de arriesgarse con mulas para ensamblar éxtasis, en un país que en los últimos años experimentó un superávit de pastillas de alta calidad en el mercado negro, no tiene mucho sentido. Aparentemente, Dasman ya había perdido en ese frente: un ciudadano belga que cayó en 2017 en Uruguay con 23 mil pastillas lo habría señalado como su contacto. Se habla de una pequeña fortuna en remesas de dinero enviado a través de sistemas globales de giros al portador: 150 mil dólares y 170 mil euros en dos años. Los allanamientos a Bruno encontraron una cantidad de éxtasis, “dos bolsas llenas”, dice una fuente del caso, además de varios medicamentos. La comprimidora monodosis, la máquina de hacer pastillas que busca la Justicia federal, sigue sin aparecer. Hasta fines de la semana pasada, Bruno permanecía sentado en la alcaldía sobrepoblada de los tribunales de Comodoro Py. La causa se resolvería 8 años después, en octubre de este año con un juicio abreviado junto a otros dos imputados en el Tribunal Federal Nº3. {jcomments on}