Karakachoff por Martinez de Hoz

La Legisladora Porteña del bloque UNEN Paula Oliveto, presentó un proyecto de ley por el cual se sustituye el nombre de la calle Martínez de Hoz, por el de Sergio Karakachoff, en toda su extensión. La mencionada calle se encuentra ubicada en el barrio de Liniers y se extiende desde la intersección de la calles Montiel y Tonelero, Hasta la Avenida General Paz, bordeando en su trayecto a la plaza Sargento Cabral.
Entre los fundamentos del proyecto se consignan que “El ruso” Sergio Karakachoff, nació en La Plata, Provincia de Buenos Aires, el 27 de junio de 1939. Fue un destacado dirigente estudiantil, abogado laboralista y de derechos humanos, periodista y militante de la Unión Cívica Radical. Participó en la fundación de la Franja Morada y del Movimiento de Renovación y Cambio. Fue secuestrado, torturado y asesinado por la dictadura militar. Apareció sin vida el 11 de septiembre de 1976. Sergio Karakachoff realizó los estudios iniciales en la Escuela de la Universidad Nacional de La Plata y el secundario en el Colegio Nacional Rafael Hernández. Allí fundó y fue presidente del Centro de Estudiantes. Luego estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) donde organizó una agrupación estudiantil que adhirió a los principios de la Reforma Universitaria y de la Franja Morada. En 1963 y 1964 fue Secretario del Concejo Deliberante de la Municipalidad de La Plata y en 1965 se recibió de abogado dedicándose al derecho laboral.                                      
Creó en el MAP (Movimiento de Afirmación Popular), emparentado con el grupo socialista MAPA (Movimiento de Acción Popular Argentino), que simultáneamente fundaba Guillermo Estévez Boero. El grupo sería la base del diario y corriente política “En Lucha”, donde escribió artículos de opinión que influyeron profundamente a la generación del 70, destacando la estructura dependiente de la Argentina y la necesidad de nuevas estrategias políticas capaces de impulsar el cambio mediante una vía democrática y no violenta. Fue uno de los fundadores de la Junta Coordinadora Nacional en 1968 y del Movimiento de Renovación y Cambio, dirigido por Raúl Ricardo Alfonsín.
En 1972 fue Convencional Nacional de la UCR y en esa ocasión participó de la redacción de la Plataforma Electoral de la UCR de 1972, junto a Germán López, Roque Carranza y Bernardo Grinspun; de avanzada inspiración socialdemócrata. En 1973 fue candidato a Diputado Nacional.
En 1975, propuso la necesidad de reformar profundamente a la UCR para transformarla en un partido de fuerte arraigo en la clase trabajadora. Más adelante integró la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), desde donde desarrolló una intensa labor presentando cientos de habeas corpus en defensa de los detenidos-desaparecidos que se multiplicaron por miles a partir del golpe de estado de 1976.
El 10 de septiembre de 1976 fue secuestrado junto con su amigo y socio Domingo Teruggi. Apareció torturado y muerto el 11 de septiembre, en las afueras de la ciudad de La Plata. Días antes había denunciado la violencia de la dictadura militar.
Sergio defendía la democracia y los Derechos Humanos, denunciaba al terrorismo de Estado y era abogado de trabajadores y presos políticos. Enfrentó a la dirigencia partidaria peleando por una militancia juvenil comprometida, impregnada de sentido común y en la calle.                                                       
Sus ideales son los que dan medida de la entrega y del esfuerzo. Son los que no aceptan la claudicación ni el desfallecimiento y permiten tomar distancia de fracasos, si se los considera desde el punto de vista del resultado inmediato, porque son el fundamento de todas las luchas.
La militancia de Sergio dejó huellas que, a través de los años, se convirtieron en un ejemplo a seguir para el crecimiento de las organizaciones que ayudó a construir. Era el que impulsaba el debate constante y el compromiso total con la causa de los desposeídos.                                                         
Sergio sintió desde siempre ese compromiso y lo asumió. Con sus mejores armas: su aguda inteligencia y su férrea capacidad militante. Compartía nuestra ideología, nos formó en la necesidad de la organización, de la discusión colectiva y aportaba para enriquecerla. Sergio asumió como herramienta fundamental de su acción el debate, la participación y el consecuente protagonismo. Nunca era necesario ir a buscar a Sergio siempre lo encontrabas en cuanta tribuna se levantara contra la dictadura.                                                        

Por todo lo expuesto solicito la sanción de la presente Ley.  

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