Cumple su primer siglo el vivero del Parque Avellaneda

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El vivero municipal cumple un siglo, en 1917 fue creado en las afueras de lo que era la ciudad por ese entonces con el  objetivo exclusivo de  proveer árboles y flores  para poblar los espacios verdes porteños, 100 años después el Vivero constituye un espacio natural único en la ciudad, ubicado al noroeste del 

Parque Avellaneda en una extensión de 6 hectáreas, lugar donde se cultivan unos 185.000 ejemplares al año; gran parte se coloca en el espacio público y en distintas áreas de gobierno. Allá por el año  1917, las autoridades entendieron la importancia de la parquización y crearon el vivero que hoy se encuentra en el sector noroeste del Parque Avellaneda. Desde 1917, el vivero funciona en las tierras que pertenecían a la Hermandad de la Santa Caridad hasta 1828, cuando Domingo Olivera las compró para explotarlas con fines agrícolas. En marzo de 1912, la municipalidad de Buenos Aires las adquirió para convertirlas en el parque Nicolás Avellaneda, uno de los espacios verdes más importantes de la ciudad por su extensión, forestación y patrimonio histórico y cultural.

Ubicado dentro de las 30 hectáreas del parque Avellanada  el espacio verde más grande la Comuna 9 están delimitadas por la avenida Directorio y las calles Lacarra, Monte y Florentino Ameghino. Allí se encuentra la casona de la familia Olivera, que formaba parte de lo que era el casco principal de una estancia, hoy convertida en un centro cultural del barrio Parque Avellaneda. Roberto Olivera, el coordinador general del espacio explicó que “El vivero tiene diez áreas: semillero, rosaleda, cultivos de plantas interiores, coníferas, palmeras, arbustos, forestales, fitodecoración, floricultura y coordinación general y administración”, y agregó cuando las plantas crecen y ganan fuerzas, ya están preparadas para vivir en distintos ambientes de la ciudad. En ocasión del centenario se inaugurará oficialmente el domo (viene del francés de dóme), una novedosa cúpula que cuida diariamente el crecimiento de árboles. En este espacio crecerán especies autóctonas para proveer a todos los barrios. Se espera que la producción alcance un total de entre 10 mil y 12 mil ejemplares. Habrá distintas actividades por los festejos.

“El beneficio principal es que desde su siembra hasta que esté en condiciones de ser trasladado a la calle, el árbol permanecerá adentro del domo”, destacó Adrián Peña, gerente operativo de Mantenimiento del Arbolado de Buenos Aires. “El objetivo, a 2019, es reproducir ejemplares para toda la Capital y que el Estado no tenga que comprar a viveros privados”, agrega Gabriel Borges, director del mantenimiento del espacio público de las comunas de la Ciudad. {jcomments on}