Merendero Nuestro Barrio la historia de lucha de un grupo de jóvenes

El merendero Nuestro Barrio en una demostración más de lo mucho que pueden hacer los jóvenes a pesar de las críticas que reciben por el solo hecho de ser jóvenes, es una expresión solidaria como tantas que existen, pero que no es noticia, porque la noticia parece estar siempre relacionada con los jóvenes y lo negativo, quizás sea hora que los medios de comunicación informen valorativamente y abandonen ese amarillismo dando lugar a reconocer como noticia validas aquellas donde en lugar de violencia se encuentre paz, en lugar de avaricia se vea solidaridad, en fin la vida cotidiana de una juventud argentina tan golpeada pero que no pierde su espíritu solidario. El merendero Nuestro Barrio está integrado por un grupo de jóvenes que buscan sostener este espacio como un lugar de reconocimiento de derechos de vecinos y vecinas de Parque Avellaneda. En Chascomús y la autopista está el merendero, que desde el año 2000 viene funcionando como tal, pero tiene una larga historia de lucha. En su relato describen al espacio de la siguiente forma: Esa historia de resistencia y de construcción de lo colectivo es la que buscamos reinvidicar cuando muchxs de nosotrxs nos involucramos en el año 2017. Nos convoca la tradición del encuentro en comunidad, de estrechar lazos; nos convoca su fuerza; nos convoca el barrio del que muchxs somos parte. En épocas difíciles, como los tiempos que corren, nos reagrupamos para estar más fortalecidxs, más unidxs y más organizadxs. Porque son momentos donde extender la mano solidaria se vuelve fundamental para la reconstrucción del tejido social, tan dañado en los últimos 4 años. Nos reagrupamos también para reivindicar el legado de Nahue, todos los días su lucha nos motiva a no bajar los brazos.Actualmente estamos intentando dar una mano a las mayores necesidades. Viandas, mercadería, ollas, son algunas de las actividades que sostenemos en este contexto adverso. Son actividades que nos gustaría no hacer, porque nos gustaría que no existan esas necesidades. Pero no hacerlo sería mirar para el costado. No vemos la hora de reencontrarnos, sin barbijo, sin distanciamiento, sin miedos, para seguir construyendo un espacio repleto de alegría, amor y diversión para lxs niñxs, que deben ser los únicos privilegiados, y también para lxs grandes, para seguir pensando y construyendo comunidad. Queremos seguir alzando el merendero, articulando con otros actores barriales, pensando movidas, que cubran las necesidades de alimento pero también las culturales, las sociales, las sanitarias, que también son derechos, porque nuestra bandera es la justicia social. Para finalizar no se olividan de dar las gracias a todos los que nos acompañaron y acompañan el Merendero “nuestro barrio”  de Parque Avellaneda.