Vendedores ambulantes: Continúa el conflicto en Liniers

Los trabajadores ambulantes del barrio de de Liniers nucleados en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), continúan desarrollando su protesta en las puertas del santuario de San Cayetano, luego de ser desalojados y reprimidos de la calle José León Suarez a la 100 en el barrio del oeste porteño. Después comenzaron una huelga de hambre en la vereda de la iglesia después que la policía los desalojará de su protesta frente al Plaza Liniers Shopping.

En las últimas horas emitieron un documento en el que explican la situación que están atravesando, el pedido de abrir un canal de dialogo con el Gobierno porteño y la necesidad de trabajar, bajo el título “Huelga de hambre, nuestro trabajo no es delito”, que expresa lo siguiente: Ayer de forma conjunta con la asamblea decidimos levantar el quinto día de huelga de hambre al conseguir un diálogo con el Gobierno de la Cuidad para resolver el problema de “Trabajo” de cientos de Trabajadores vendedores ambulantes de Liniers y de la cuidad.

En 2018 lxs vendedorxs ambulantes de Liniers fueron desalojadxs por el gobierno de la ciudad con falsas promesas de capacitación y trabajo, dejándo a cientxs de trabajadorxs sin un sustento para sus familias. Es así que se empiezan a organizar y sindicalizar en la rama de las y los trabajadores de la vía pública – UTEP.

En el 2019 el gobierno de la ciudad saca una ley de contravención penal, criminalizando así al oficio y al sector con estas políticas excluyentes.

Pero es en esta pandemia donde se agudiza nuestra problemática, más aún con la crisis económica que dejó el macrismo, es que decidimos disputar el espacio público y recuperar nuestro territorio donde desarrollábamos nuestro trabajo.

En este marco hacemos un plan lucha, y al ver el desinterés total por parte del jefe de gobierno y ministrxs de ciudad, nos vimos obligdxs a tomar esta medida extrema de huelga hambre, algo no desconocido para nosotrxs pues al no poder trabajar se fue mermando nuestra economía, y de alguna forma ya estábamos en huelga de hambre, pero en un plano más intimo en nuestros hogares.

Ya en el territorio fuimos reprimidxs y desalojadxs en el segundo dia de huelga de hambre por parte de la policia de la cuidad y la AGC, y lejos de desistir nos movilizamos y llegamos a la puerta de la iglesica San Cayetano y pedimos una reunion con el padre de turno, el cual abrazó nuestra lucha y así con la ayuda eclesiástica del obispo Gustavo Carrara es que surgió el interés de las autoridades de ciudad para buscar un canal de diálogo, encontrar una solución y dar respuestas a nuestro sector.

Estamos convencidos que la unidad, la lucha y la organización son el camino para conquistar nuestros derechos.

¡Nuestro trabajo no es delito !

Queremos agradecer profundamente a las distintas organizaciones de UTEP Caba, que se solidarizaron y acompañaron está difícil medida de lucha.

Agradecer a lxs compañerxs rescatistas comunitarios y las ambulancias de la central de emergencias villeras que hicieron guardia para el cuidado de nuestrxs compañerxs las 24 horas