Pedido de juicio para la viuda negra de 79 años
Solicitan el juicio oral para una mujer de 79 años acusada de sedar a tres víctimas. Se trata de la historia de Gloria Aurora Panucci, alias“Martha” quien ganaba la confianza en la iglesia, en el banco en algún otro lugar, invitaba a tomar un café, donde les vertía un fármaco para sedarlas. De esta forma les quitaba las llaves de las casas, de donde se llevaba dinero, perfumes y hasta una horma de queso y otra de jamón. Estaba excarcelada, pero ante un pedido del MPF, volvió a ser detenida en octubre.
Ahora, la justicia a través de la titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°41, Silvana Russi, solicitó que una mujer de 79 años que se encuentra detenida con prisión preventiva desde octubre pasado, sea sometida a juicio oral acusada de haber cometido tres robos -uno consumado y dos en grado de tentativa-, ocurridos entre diciembre y agosto pasados en los barrios porteños de Mataderos, Villa General Mitre y Liniers. Según la acusación, en los tres casos empleó la misma metodología: ganar la confianza de su víctima, invitarla a tomar un café, sedarla con psicotrópicos y aprovechar la situación para ir a robar en su casa.
Según informo la web Fiscales. Gob, el primero de los casos que le atribuyen a Panucci es una tentativa de robo ocurrida el 18 de diciembre de 2023, alrededor de las 12, en la confitería “Ocaña”, situada en la avenida Juan B. Alberdi 5702 del barrio porteño de Mataderos.
La víctima fue una mujer de 79 años que había ido a un banco ubicado a una cuadra y media por el trámite de supervivencia para cobrar la jubilación y allí se encontró con la acusada -la conocía de haberla visto en otras oportunidades-, quien le dio charla y la invitó a tomar un café al bar mencionado.
Allí, se sentaron en una de las mesas de afuera del local, pero la imputada ingresó en busca de dos cafés en vasito y a los que no les pusieron las tapas por pedido de la mujer.
Según la imputación, mientras la encargada del comercio se dio vuelta en busca de sobres de azúcar y edulcorante, la acusada extrajo una sustancia somnífera de su cartera y la colocó dentro de uno de los vasos de café, para luego dirigirse con la bebida a la mesa donde se encontraba. Esta secuencia fue registrada por una de las cámaras de seguridad de la confitería en un video que es una de las pruebas del expediente, según consta en el requerimiento de elevación a juicio.
Con ese café, le provocó a la víctima un estado de somnolencia que fue aprovechado por la imputada para intentar apoderarse de sus pertenencias, lo cual no pudo lograr porque la damnificada había ocultado el poco dinero que portaba en una de sus medias.
Pasados unos minutos, la imputada ingresó nuevamente al local y preguntó por la existencia de tachos de basura, para luego arrojar ambos vasos de café en un cesto ubicado en la vía pública y retirarse del lugar.
La encargada del bar notó que la víctima estaba adormecida, y al no poder despertarla llamó al SAME. La mujer fue trasladada al Hospital Santojanni donde estuvo internada y le diagnosticado “deterioro sensorial por intoxicación medicamentosa”, por lo que fue sometida a un lavado de estómago.
A seis días del hecho, las nietas de la víctima fueron quienes -tras haber visto las filmaciones del bar-, identificaron a la imputada en la intersección de la avenida Juan B. Alberdi y Larrazábal, como la mujer que había intoxicado a su abuela días antes con intenciones de robarle. Llamaron al 911, arribó personal de la Policía de la Ciudad y le encontraron en su cartera un tubo plástico del medicamento “Redoxon” que en su interior tenía 44 pastillas de color blanco con la inscripción “ALP”, doce fracciones de pastillas “ALP” y una bolsa transparente que dentro tenía sustancias tipo polvo blanco con la inscripción “yagra”, entre otras cosas.