El sábado 28 de febrero por la mañana se produjo el desalojo del inmueble de la Avenida Lasalle 1754 en el barrio de Parque Avellaneda, ya agotadas todas la instancias judiciales, 10 familias con todos sus integrantes que vivian en sus humildes viviendas desde hace mucho tiempo debieron abandonar “su casa” y buscar nuevos rumbos.
28 de febrero, el día que se perdió la pelea por Lasalle 1754. por Gabriela Martinez*
10 familias, 45 personas, 30 años de historia en un lugar. Su casa, su vivienda, su refugio para ellos y sus hijos, estaba, hasta el 28 de febrero en Lasalle 1754, Parque Avellaneda, Comuna 9.
Varios fueron los factores que se combinaron drásticamente, para que estas familias pierdan su casa. El mercado inmobiliario sin control; la impunidad de un estafador; la ausencia total de un Estado que debería velar por los más desprotegidos; la inocencia de los humildes; una justicia que vela más por el derecho privado e individual que por el derecho a la vivienda familiar digna.
Para las estadísticas sociales, este será un número más. Para algunas personas, este habrá sido un proceso que siguieron por las redes sociales. Para otras, será un ejemplo de “resistencia y lucha de clase”.
Para nosotros, tristemente, es la historia de Norma, Daisy, Dario, Noelia, Ana Lía, Dionisio, Patricia y muchos más. Hombres y mujeres laburantes, sacrificados, frontales. Hombres y mujeres que está Ciudad de Buenos Aires decide expulsar de su territorio. Durante un largo año, se han golpeados incesantes escritos y puertas de despachos exigiendo una vivienda digna. Oídos sordos fue la única respuesta que obtuvieron.
En el IVC no rankeaban porque tenían sus dos brazos y sus piernas; en el Banco Ciudad no son objeto de crédito; negociar con un estafador apañado por una justicia ciega no era viable. Solo excusas, respuestas ninguna! No son parias, son personas que merecen ser tratadas con dignidad! Palabra desconocida por todas las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires!
Con mucho pero mucho esfuerzo, estas 45 personas a partir de mañana tendrán otro techo. Pero también tendrán otra vida. Tendrán que cambiar de colegio a los pibes; tardarán mucho más en llegar a sus trabajos; deberán reconocerse con otros vecinos; empezarán a construir sus historias en un lugar que no fue el elegido por ellos.
Hace largos 30 años decidieron vivir en la Ciudad de Buenos Aires. Hoy , la desidia de muchos, hace que se les imponga vivir a 60 km, a 400 km a 900 km de donde ellos soñaban ver crecer a sus hijos y nietos.
El 28 de febrero de 2015 será una fecha que estas 45 personas no olvidarán, nosotros tampoco.
* Comunera del FPV en la Junta Comunal 9