En la comuna 9 hay 35 clubes deportivos, 32 son clubes de barrio. Excluyo a Vélez Sarsfield, Nueva Chicago y Deportivo Español, clubes grandes emblemáticos de Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda respectivamente. Estos 32 clubes, poseen una masa societaria más humilde. También tienen en común, grandes problemas derivados de los aumentos de tarifas de los servicios públicos que se dio en la era Macri. Hoy afrontan la pandemia con las puertas cerradas, salvo en ocasiones de eventos solidarios surgidos de la misma vocación social y solidaria que poseen los dirigentes (mayormente varones, lamentablemente) que hacen que presten las instalaciones para hacer ollas populares, entrega de viandas y bolsones alimentarios, kit de higiene y limpieza, campañas de vacunación, operativos de ANSES, y la lista sigue hasta donde da la imaginación de poner el cuerpo por el otro. Los clubes de barrio se remontan a comienzos del siglo XX y, en toda su historia, han sido un incomparable ámbito de socialización donde se forjan fuertes sentimientos de pertenencia a una comunidad, a una entidad, a una camiseta o insignia. Es un espacio que difícilmente será reemplazado como espacio de integración social, de transmisión de valores y tradiciones comunitarias. En épocas normales, estas verdaderas organizaciones comunitarias ofrecen actividades culturales, sociales y deportivas a ciudadanos de toda clase social. Miles de vecinos y vecinas de nuestra comuna confluyen a ese tipo de instituciones en busca de actividades deportivas, de bienestar social y de contención. Se dicen que los clubes de barrio tienen esa maravillosa coincidencia de juntar los extremos de la vida, los niños y niñas y los ancianos y ancianas y producir un encuentro virtuoso de generaciones. Suceden ahí cosas hermosas, capaz ahí consigue lxs amigxs de toda la vida, capaz ahí consigue la novia/o o bien, la mamá o papá de sus hijxs, capaz ahí consigue un laburo digno y así muchas cosas de la vida cotidiana que te marcan para todo el viaje. Por eso los clubes de barrio son un núcleo de comunidad organizada vital para el entramado social de un barrio. Los clubes además de ser un espacio donde los jóvenes encuentran reglas de convivencia, aprenden un deporte y todos los hábitos que la práctica deportiva implica. Pero también es un lugar de contención que aleja a mucha gente de los riesgos de la calle. Junto con la escuela, son los ámbitos que forman a las nuevas generaciones en buenas reglas de convivencia social. Además de formar en la técnica deportiva, permiten a los jóvenes desarrollar valores propios del deporte, los que se proyectan a lo largo de su vida social, más allá del incentivo propio que importa la realidad recreativa y competitiva. Los jóvenes estrechan vínculos con sus compañeros, entrenadores y amigos, a la vez que se genera un espacio donde compartir experiencias mutuas. Muchas veces, familias enteras ven en el club de barrio un ámbito donde socializar y compartir entre sí y con otras familias el gusto por la práctica deportiva y por la “vida de club”. Nuestra comuna 9 puede demostrar su rico historial, no solamente en cuanto a los logros deportivos y los grandes jugadores que han iniciado sus carreras en este tipo de entorno sino que son semilleros de grandes jugadores. En Europa puede peguntar por Leandro Paredes o por Sebastián Driussi, y Matias Defederico les contarán que empezaron a correr la redonda en la canchita del Brisas. Walter Perazo, gastaba suela pateando en el Sol de Mayo. El Ministerio de Deportes de la Nación, sabe de la importancia de los clubes de barrios, y por eso, varias líneas de acción de esa cartera están destinada a esa población. En estos días, con mis compañerxs Juan “Caco” Chaves, comunero y secretario del Club Cárdenas y con Lorena “tana” Crespo, comunera y ex secretaria de cultura de Nueva Chicago, visitamos los primeros 2 clubes de barrio que recibieron el apoyo del programa clubes en obra, los dos primeros expedientes aprobados. El club Brisas del Sud y el club Sol de Mayo. Daniel Maiocco, presidente de Brisas del Sud nos relató en primera persona los complejos problemas que están viviendo: tarifas de servicios enormes, falta de fondos para afrontar los sueldos de los empleados, las necesidades de los socios que no se pueden afrontar. Nos mostró con orgullo las obras encaradas, nos indicó los cambios positivos que aportan los fondos recibidos desde el Estado Nacional, una vez que retomemos las senda de actividades luego de la pandemia, aunque sospechan que nada ser como antes. Por otro lado el Sergio “Chino” Torres como se los conoce al presidente del club Sol de Mayo, también nos comentó problemas similares con sus finanzas pero también nos habló de sus esperanzas. Ellos decidieron encarar por capacitaciones. Con los fondos de #ClubesEnObra están construyendo un sala especial para dictar capacitaciones.Vale la pena destacar que las visitas a estos clubes se enmarcan en los acuerdos de trabajo que lxs comunerxs del Frente de Todxs tenemos con el Ministro de Deporte y Turismo Matias Lammens. Hace un par de meses, en un conversatorio virtual, decidimos articular políticas públicas nacionales del Ministerio con políticas territoriales de las comunas de la Ciudad de Buenos Aires. Con una visión amplia y generosa tenemos que llegar a todxs los clubes de barrio de nuestra Comuna. Hoy ya están ejecutándose en siete clubes (Brisas del Sud, Sol de Mayo, Alvear, José Hernández, Lamadrid, Glorias y Chicago) Vamos por más!!Vamos los clubes de barrio!! Por Favio Pirone Comunero integrante de la Junta Comunal de la Comuna 9